S/F
Práctica de Periodismo
Alonso Moleiro, vicepresidente del Colegio Nacional de Periodistas
El periodista cree que el ente gremial debe convertirse en un foro público pluralista que defienda el sistema democrático
“El Colegio Nacional de Periodistas (CNP) es un foro público que hay que rescatar en el proceso de deterioro institucional del país”, dice Alonso Moleiro. Con estas palabras, el vicepresidente de uno de los organismos más importantes del gremio reporteril da a conocer su visión del entorno político.
El ambiente para esta afirmación es la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela y sus oyentes son estudiantes de quinto semestre que pueden llegar a convertirse en sus colegas. Invitar a Moleiro a dictar una charla no es una sorpresa, pues se da a escasos tres meses del triunfo de su plancha 2008 en las elecciones del CNP con el 71% de los votos. Por esa razón, sus palabras resultan de interés para cualquiera que tenga alguna relación con el oficio periodístico, en especial en lo referente al porvenir del ente gremial al que representa.
Desde su perspectiva, la renovación del Colegio tiene una importancia vital en las circunstancias políticas actuales. En ese sentido, considera que el organismo debe erigirse en un defensor de la democracia y del buen periodismo. Por tal motivo, les recuerda a los universitarios lo sucedido el año pasado por la no renovación de la concesión a Radio Caracas Televisión y el comportamiento de los medios privados en los días 12 y 13 de abril de 2002, durante los cuales sectores el gobierno los acusó de someter su línea noticiosa a un black out informativo.
El también director de la revista Contrabando estima que en aquellos años la institución estaba en un “período de abulia”, pues no se renovaban sus autoridades por la vía electoral desde el 11 de junio de 1998. Esa situación conllevó a que Levy Benshimol permaneciera en la presidencia durante una década, cuando su período debió terminar en el 2000. Desde su constitución como colegio en 1976 hasta el nombramiento de Benshimol, las elecciones se habían realizado de manera bianual sin interrupciones.
En este contexto de irregularidades recién superadas, Moleiro ve crucial una reactivación y renovación urgente del CNP, el cual, hasta el mes de mayo, contaba con aproximadamente 16.000 afiliados. “Tenemos que mejorar la imagen del Colegio”, explica. Para tal fin, el periodista enumera los proyectos que tiene prevista la nueva junta directiva electa el 19 de junio de este año. Uno de los proyectos más resaltantes es el que prevé la elaboración y presentación ante la Asamblea Nacional de una ley de acceso a la información. Asimismo, reconoció las deficiencias del gremio en materia de seguridad social y de conexión con los temas que se discuten en el periodismo continental.
Más allá de definirse a sí mismo como opositor, el columnista del diario Tal Cual reconoce la necesidad de representar a todos los periodistas, sin importar su tendencia política. “El CNP no es un partido ni una logia ideologizada”, recalca. Al contrario, opina que éste debe convertirse en el “epicentro” de las discusiones que interesan y atañen a los reporteros de todos los medios y todas las tendencias.
Recalcó que, como gremio, han hecho llamados de conciliación con el gobierno nacional, pero no han recibido respuesta alguna. Aún así, no se muestra sorprendido por la actitud de indiferencia que reciben. “Ellos crearon su propia sociedad civil. Al gobierno no le simpatiza ni le interesa trabajar con el CNP”. De inmediato, cita la existencia de organizaciones no gubernamentales, a las que tacha de estar al servicio del oficialismo. Una de ellas es Periodistas por la Verdad, cuya fundación data del 20 de enero de 2003, y la otra es el Movimiento Periodismo Necesario, que ya cuenta con 500 miembros.
Al evaluar la situación actual de la labor periodística en Venezuela, Moleiro se muestra optimista. Para él, la etapa más desacertada de los trabajadores de la información estuvo entre los sucesos de abril de 2002 y el Referendo Revocatorio del 2004, estimando que, en ese período, los canales privados obraron desacertadamente en el ejercicio de la comunicación. “Los periodistas, por no formarse y por no saber los límites de su trabajo, cometieron errores que escribieron las páginas más negras del periodismo venezolano”. De ahí en adelante, estima que ha habido una autocrítica y una reflexión que va en camino de regresar a los reporteros a su misión original. Cuando esta reorientación termine de hacerse posible, se muestra seguro de la inmediata reivindicación del oficio. “La sociedad venezolana reconocerá el aprendizaje”, promete Moleiro a los futuros periodistas que lo escuchan.