El cachicamo y el morrocoy se tropezaron con el caracol. Lo que sucedió después fue vergonzoso.
Adán tuvo que dar muchas explicaciones cuando Eva lo sorprendió sobándose las costillas.
Eso de guardar las apariencias no va conmigo. Después olvido dónde las puse y mi verdadera personalidad queda expuesta.
Dada la propensión de sus alumnos a invocar demonios que hablaban lenguas muertas, la profesora de Latín se acostumbró a llevar exorcistas a la universidad los días de exámenes.